WGSN Insight ha seguido el auge del movimiento de bienestar y autocuidado el cual no muestra signos de desaceleración, mientras que las redes sociales y la afluencia de marcas directas al consumidor están reduciendo la barrera de entrada para nuevos jugadores de belleza. Esto está contribuyendo a un prospero mercado global de cosméticos, que se espera que crezca más del 7% al año a $ 806 billones para el 2023, dice Orbis Research.
Para mantenerse al día con las actitudes cambiantes y las nuevas tendencias en el comportamiento de los compradores, los minoristas de productos de belleza deben diferenciar sus tiendas de las marcas en línea al ofrecer experiencias inmersas, servicios significativos y herramientas divertidas de descubrimiento.
Las tiendas de belleza del futuro serán centros comunitarios donde los compradores reciban educación, entretenimiento y hospedaje.
Ofrecerán experiencias IRL memorables, compartibles y divertidas, mientras se alinean con los nuevos valores y actitudes culturales del consumidor.
Para mantenerse a la vanguardia en un panorama minorista cada vez más concurrido y competitivo, las tiendas también deben volverse más inteligentes, integrando a la perfección los mundos en línea y fuera de línea con los que los consumidores modernos están familiarizados.
Inteligencia: empaquetado circular
El 80% de los consumidores está dispuesto a pagar más por envases biodegradables y fabricados con materiales reciclados o reciclables.
Los envases circulares están diseñados para reutilizarse, reciclarse o compostarse en lugar de desecharse. El concepto se basa en tres principios: hacer circular los productos y materiales en su valor más alto, eliminar los desechos y la contaminación, y regenerar la naturaleza.
Uno de los principios más importantes de un futuro de empaque responsable es el cambio de la idea lineal de una economía de tomar-hacer-desechar a un modelo circular donde los materiales y el valor se retienen dentro de la economía o se biodegradan fácilmente en la naturaleza sin causar problemas ambientales.
Un enfoque circular de los envases es esencial para un futuro sostenible, ya que equilibra la reducción de las emisiones de CO2 con la reducción de los residuos de envases. Esto es particularmente importante ya que algunas opciones de empaque con baja huella de CO2, como las películas plásticas flexibles y los cartones, requieren soluciones de reciclaje complejas y corren el riesgo de generar residuos a largo plazo si no se reciclan.
Una economía circular requiere que el consumo de recursos sea igual o menor que lo que el planeta puede regenerar con éxito; esto requiere un gran cambio en el comportamiento, ya que actualmente el consumo es un 75% más que la capacidad de regeneración de la tierra y los desechos están en camino de ser un 70% más altos para el 2050.
Esto parece una tarea abrumadora, pero los beneficios potenciales son considerables. La implementación de una economía circular tiene el potencial de reducir nuestras emisiones de carbono en un 39%, un principio clave de los hitos del Acuerdo de París para 2030, ahorrando alrededor de 22,800 millones de toneladas de CO2.
Además de estas ganancias ambientales, se estima que una economía circular podría desbloquear $1 billón en ahorros de materiales, lo que subraya que la circularidad puede ser una oportunidad en lugar de un costo para las empresas.
Los consumidores también están empezando a exigir circularidad. Según un estudio reciente, el 80% de todo el mundo está dispuesto a pagar más por envases biodegradables y fabricados con materiales reciclados o reciclables, que consideran sostenibles.